Se celebra una convención de mujeres y cada una cuenta su experiencia a la hora de conseguir que sus compañeros masculinos colaboren en las labores del hogar. Empieza la alemana contando su experiencia:
- Yo le dije a mi Frederick: "Frederick hoy harás tú la comida". El primer día no vi nada, el segundo tampoco, pero al tercero, Frederick hizo la comida.
El resto de las mujeres aplaudiendo y gritando: "¡Bien! ¡Bravo!"
Sigue la italiana con su explicación.
- Bueno, yo le dije a mi marido: "Hoy fregarás tú el piso". El primer día no vi nada, el segundo tampoco vi nada, pero al tercero, mi marido estaba fregando el piso.
Aquello se convierte en un delirio, las mujeres gritando: "¡Bravo! ¡Así se hace! ¡Bien!"
Finalmente le toca el turno a la española:
- Hola, mi nombre es María. Yo le dije a mi marido: "Paco, hoy plancharás tú la ropa". El primer día no vi nada, el segundo tampoco, pero al tercero ya veía algo con el ojo izquierdo".