Como yo soy tan frúgil
Una señorita va a la iglesia a confesarse:
- Perdóneme padre porque he pecado.
- Bueno, hija, cuéntame tus pecados.
- El otro día estaba caminando por la calle cuando me encontré con un viejo amigo. Fuimos a tomar un café, empezamos a charlar, fuimos a su departamento e hicimos el amor. Y como yo soy tan frúgil...
- Frágil, hija, se dice frágil, interpone el padre.
- Bueno, al día siguiente estaba sentada en la plaza cuando de repente se aparece otro amigo. Empezamos a charlar y después terminamos en mi departamento e hicimos el amor. Y como yo soy tan frúgil...
- Frágil, hija, frágil; dice otra vez el cura.
- Y ayer estaba con mis amigas cuando se apareció mi novio. Empezamos a conversar, y después fuimos a su departamento y como yo soy tan, ay ¿cuál es esa palabra, padre?
- Puta, hija, puta.
Envie este chiste a un amigo
|