Un matrimonio estaba de vacaciones y decide visitar el zoológico. Cuando llegan hasta la jaula del gorila el animal se puso muy contento y hacía monerías mientras miraba los senos de la señora.

El marido le dice a la mujer que se desabroche unos botones para ver que pasa y el animal se entusiasma cada vez más.

La señora se abre toda la blusa y deja sus senos al aire. El gorila muy exitado rompe los barrotes, sale de la jaula y se lanza sobre la mujer:

–¡Mi amor, ¿ahora qué hago?! –la señora le grita al marido.

–¿Por qué no le dices lo mismo que me dices a mí todas las noches, eh?… Que te duele la cabeza, que estás cansada, que no estás de ánimo...