Tan viejita y todavía
Un día pasa una anciana por una fila de prostitutas que estaban haciendo cola para control médico. La viejita le pregunta a la última furcia que está parada en la cola:
- Hijita, ¿para qué es esta fila?
La mujerzuela burlándose le dice:
- Lo que pasa señora, es que allí adelante están regalando caramelos.
Y la viejita, como le gustaban mucho los dulces se para en la fila. Cuando llega a la ventanilla la enfermera se queda asombrada y le pregunta:
- ¿Señora, usted tan viejita y todavía?
- Si hijita, viejita ¡pero todavía chupo!
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